EL EMBARAZO A TEMPRANA EDAD

El embarazo a temprana edad, también conocido como embarazo adolescente, es una situación que presenta desafíos tanto para la madre como para el bebé. Desde el punto de vista físico, las adolescentes embarazadas tienen un mayor riesgo de complicaciones durante el embarazo y el parto debido a su cuerpo aún en desarrollo. Además, pueden enfrentar dificultades emocionales y sociales, incluyendo la presión de la familia, el estigma social y las dificultades para continuar con su educación.

Desde un punto de vista estadístico, el embarazo adolescente sigue siendo un problema global. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente 16 millones de adolescentes de 15 a 19 años dan a luz cada año, lo que representa el 11% de todos los nacimientos a nivel mundial.

Algunos ejemplos de las implicaciones del embarazo adolescente incluyen:

Riesgos para la salud materna: Las adolescentes embarazadas tienen un mayor riesgo de complicaciones durante el embarazo, como la preeclampsia y la eclampsia, así como un mayor riesgo de parto prematuro y bajo peso al nacer.

Impacto en la salud del bebé: Los bebés nacidos de madres adolescentes tienen un mayor riesgo de nacer prematuramente y tener un bajo peso al nacer, lo que puede afectar su salud y desarrollo a largo plazo.

Impacto educativo y económico: El embarazo a temprana edad puede interrumpir la educación de la adolescente, lo que puede limitar sus oportunidades de obtener empleo y tener éxito en el futuro. Esto puede llevar a una mayor probabilidad de vivir en la pobreza tanto para la madre como para el bebé.

Factores sociales y psicológicos: Las adolescentes embarazadas a menudo enfrentan estigma social y presión de su entorno, lo que puede afectar su bienestar emocional y mental. Además, pueden experimentar dificultades para acceder al apoyo adecuado de salud y bienestar.

Ciclo intergeneracional: El embarazo adolescente a menudo se asocia con una mayor probabilidad de que las hijas de las adolescentes también se conviertan en madres jóvenes, lo que perpetúa el ciclo de pobreza y desventaja socioeconómica.

Es importante abordar el embarazo adolescente desde una perspectiva integral, que incluya acceso a educación sexual integral, servicios de salud reproductiva, apoyo emocional y social, y oportunidades educativas y económicas para las adolescentes embarazadas. Esto puede ayudar a reducir las tasas de embarazo adolescente y mejorar los resultados tanto para las madres como para los hijos.

En conclusión, el embarazo a temprana edad es un fenómeno complejo que presenta desafíos significativos para las adolescentes embarazadas, sus hijos y la sociedad en su conjunto. Desde riesgos para la salud materna y del bebé hasta impactos educativos, económicos y sociales, el embarazo adolescente tiene consecuencias profundas y duraderas. Abordar este problema requiere un enfoque integral que incluya educación sexual integral, acceso a servicios de salud reproductiva, apoyo emocional y social, así como oportunidades educativas y económicas para las adolescentes embarazadas. Al tomar medidas para abordar las causas subyacentes del embarazo adolescente y proporcionar un entorno de apoyo y oportunidades, podemos trabajar hacia la reducción de las tasas de embarazo adolescente y el mejoramiento de los resultados para las jóvenes madres y sus hijos.

Las madres adolescentes (de 10 a 19 años) tienen mayor riesgo de eclampsia, endometritis puerperal e infecciones sistémicas que las mujeres de 20 a 24 años, y los bebés de madres adolescentes tienen un mayor riesgo de padecer bajo peso al nacer, nacimiento prematuro y afección neonatal grave.

La mejor manera de prevenir un embarazo y las enfermedades de transmisión sexual (ETS) es usar un método anticonceptivo y condón al mismo tiempo. Cuando llegue el momento, puedes enseñarle a tu hijo/a adolescentes para qué sirven, cómo funcionan y cómo usar los anticonceptivos y el condón.

Embarazo adolescente o embarazo precoz

Las complicaciones del embarazo en la adolescencia y el parto son la principal causa de mortalidad de las niñas de 15 a 19 años en los países en desarrollo.

El embarazo en la adolescencia es un problema habitual en África subsahariana y en países de América Latina y del Caribe. En la mayoría de los casos de embarazo adolescente son no buscados y no deseados. Estos embarazos tienen un riesgo mayor para la madre y para el bebé que los embarazos de mujeres mayores de 20 años.

El embarazo precoz incrementa el riesgo de aborto espontáneo o nacimiento prematuro del bebé. En muchos de los casos se produce mediante situaciones de violencia física, psicológica o sexual. Cuando una adolescente se queda embarazada se generan complicaciones psicológicas, sociales y familiares que repercuten negativamente en su desarrollo escolar.

El problema del embarazo adolescente

El embarazo adolescente o embarazo precoz se produce cuando ni su cuerpo ni su mente están preparados para ello; entre la adolescencia inicial o pubertad –comienzo de la edad fértil– y el final de la adolescencia, que la OMS establece en los 19 años. La mayoría de los embarazos en adolescentes son embarazos no planificados y no deseados. En estas edades, el embarazo puede ser producto de violencia física, simbólica, psicológica y económica. El riesgo de morir por causas relacionadas al embarazo, parto y postparto se duplica si las niñas quedan embarazadas antes de los 15 años de edad.  Las razones  del embarazo a temprana edad

LAS RAZONES del embarazo precoz

La evidencia empírica indica que entre los factores asociados a la maternidad precoz se encuentran las características del hogar de la adolescente: el ingreso económico de sus progenitores, sus niveles de educación y la condición de pobreza del hogar. Pero también hay factores contextuales relevantes, como el acceso a una educación sexual integral, a los distintos métodos de planificación familiar y, sobre todo, a la garantía del ejercicio de sus derechos. Asimismo, en el embarazo y la maternidad adolescentes influyen un conjunto de representaciones culturales en torno al género, a la maternidad, al sexo, la adolescencia, la sexualidad y las relaciones de pareja.

LAS CONSECUENCIAS del embarazo a temprana edad

Las niñas que quedan embarazadas a una edad temprana corren mayores riesgos de padecer mortalidad y morbilidad materna. El embarazo durante los primeros años después de la pubertad aumenta el riesgo de aborto espontáneo, obstrucción del parto, hemorragia posparto, hipertensión relacionada con el embarazo y afecciones debilitantes durante toda la vida, como la fístula obstétrica. Tener hijos muy jóvenes también significa que las mujeres y las niñas son más vulnerables a otros resultados negativos para la salud materna por los partos frecuentes, los embarazos no planeados y los abortos inseguros.  


Embarazo adolescente o embarazo precoz

Las complicaciones del embarazo en la adolescencia y el parto son la principal causa de mortalidad de las niñas de 15 a 19 años en los países en desarrollo.

El embarazo en la adolescencia es un problema habitual en África subsahariana y en países de América Latina y del Caribe. En la mayoría de los casos de embarazo adolescente son no buscados y no deseados. Estos embarazos tienen un riesgo mayor para la madre y para el bebé que los embarazos de mujeres mayores de 20 años el embarazo precoz incrementa el riesgo de aborto espontáneo o nacimiento prematuro del bebé. En muchos de los casos se produce mediante situaciones de violencia física, psicológica o sexual. Cuando una adolescente se queda embarazada se generan complicaciones psicológicas, sociales y familiares que repercuten negativamente en su desarrollo escolar.

El problema del embarazo adolescente

El embarazo adolescente o embarazo precoz se produce cuando ni su cuerpo ni su mente están preparados para ello; entre la adolescencia inicial o pubertad –comienzo de la edad fértil– y el final de la adolescencia, que la OMS establece en los 19 años. La mayoría de los embarazos en adolescentes son embarazos no planificados y no deseados. En estas edades, el embarazo puede ser producto de violencia física, simbólica, psicológica y económica. El riesgo de morir por causas relacionadas al embarazo, parto y postparto se duplica si las niñas quedan embarazadas antes de los 15 años de edad.  Las razones  del embarazo a temprana edad

LAS RAZONES del embarazo precoz

La evidencia empírica indica que entre los factores asociados a la maternidad precoz se encuentran las características del hogar de la adolescente: el ingreso económico de sus progenitores, sus niveles de educación y la condición de pobreza del hogar. Pero también hay factores contextuales relevantes, como el acceso a una educación sexual integral, a los distintos métodos de planificación familiar y, sobre todo, a la garantía del ejercicio de sus derechos. Asimismo, en el embarazo y la maternidad adolescentes influyen un conjunto de representaciones culturales en torno al género, a la maternidad, al sexo, la adolescencia, la sexualidad y las relaciones de pareja.

LAS CONSECUENCIAS del embarazo a temprana edad

Las niñas que quedan embarazadas a una edad temprana corren mayores riesgos de padecer mortalidad y morbilidad materna. El embarazo durante los primeros años después de la pubertad aumenta el riesgo de aborto espontáneo, obstrucción del parto, hemorragia posparto, hipertensión relacionada con el embarazo y afecciones debilitantes durante toda la vida, como la fístula obstétrica. Tener hijos muy jóvenes también significa que las mujeres y las niñas son más vulnerables a otros resultados negativos para la salud materna por los partos frecuentes, los embarazos no planeados y los abortos inseguros.  consecuencias del embarazo precoz

Los bebés que nacen de madres adolescentes tienen más probabilidades de nacer muertos, prematuros o con bajo peso y corren mayor riesgo de morir en la infancia, debido a la corta edad de la madre. Este riesgo se agrava por la falta de acceso a la información y los servicios de salud sexual y reproductiva integrales.

Embarazo en la adolescencia en cifras

Se estima que 16 millones de niñas de edades comprendidas entre los 15 y los 19 años dan a luz cada año, y un 95% de esos nacimientos se producen en países en desarrollo. Las niñas de entre 10 y 14 años tienen cinco veces más probabilidades de morir durante el embarazo y el parto. Las niñas de 15 a 19 años tienen el doble de probabilidades que las de más de 20 de morir en el parto o el embarazo y la tasa de mortalidad de sus neonatos es aproximadamente un 50% superior. Cada año, unos 3 millones de niñas de 15 a 19 años se someten a abortos peligrosos.



Por qué trabajar en la prevención del embarazo en adolescentes?

El embarazo durante la adolescencia tiene gran impacto en el desarrollo del país, especialmente por sus implicaciones en la deserción escolar; es así como entre el 20 y el 45% de adolescentes que dejan de asistir a la escuela, lo hacen en razón a su paternidad o maternidad (según Encuesta Nacional de Deserción Escolar del Ministerio de Educación Nacional, 2011), con lo que se favorecen los círculos de la pobreza, dado que los embarazos tempranos no deseados en ausencia de redes sociales de apoyo, dificultan las oportunidades de desarrollo personal y el fortalecimiento de capacidades, limitan el acceso a oportunidades económicas y sociales e inciden en forma negativa sobre la conformación de hogares entre parejas sin suficiente autonomía e independencia económica para asumir la responsabilidad derivada y el fortalecimiento individual y familiar.

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